begoña acosta díaz
Boreale y el Proyecto RennaC nacen de mi compromiso y vocación por atender las necesidades de salud mental y cognitiva de la infancia y la adolescencia, así como de los familiares, para que puedan tener una mejor calidad de vida a pesar de cuáles sean las circunstancias que les traen a consulta.
Acompaño a los que acuden a mi consulta desde un enfoque integrador y centrado en la persona, teniendo en cuenta los 4 puntos cardinales de su brújula interior, para que exista un equilibrio entre su cuerpo físico, mental, emocional y espiritual.
En mi consulta, Boreale neuropsicología, tengo un lema: «No puedo andar el camino por ti, pero puedo acompañarte para que llegues lo más lejos posible». Mi intención es que puedas volver a ti y que te reencuentres con el nuevo tú.
• Psicóloga Sanitaria Colegiada – AN12220
• Máster en Neuropsicología clínica
• Máster en Psicooncología y cuidados paliativos del niño y adolescente
• Experta en área infanto-juvenil
• Experiencia profesional en hospitales y clínicas privadas de Sevilla, Málaga y Madrid y en la Asociación Española Contra el Cáncer
Mi historia
Boreale hace referencia a las auroras boreales o como dirían en mi querida tierra, Andalucía, “lah aurora boreale”.
Soy originaria de Cádiz y actualmente vivo en el sur, Sevilla y siempre me ha fascinado este potente fenómeno de la naturaleza que sucede en el hemisferio norte.
Estas luces mágicas se pueden ver en la oscuridad de la noche y son el resultado de la energía producida del choque de las partículas del viento solar y las moléculas de aire de nuestra atmósfera con el campo magnético de la Tierra. Son tan mágicas que tienen formas, estructuras y colores muy diversos, cambian rápidamente con el tiempo y van siguiendo al campo magnético de la Tierra.
Todos tenemos luces y sombras y es transitando ambas, como uno las descubre y aprende a calibrar hacia dónde quiere y necesita ir en determinados momentos de su vida.
No solo nos cambia el tiempo como a las auroras, también nos cambian las experiencias que vivimos, los caminos que tomamos, los caminos que nos encontramos, los caminos a los que no esperábamos llegar, los caminos a los que queríamos llegar y no estamos llegando y en definitiva, ¿quién no ha tenido la sensación de estar perdido alguna vez?
Considero que todos tenemos nuestra brújula interna, con nuestras propias coordenadas y nuestro propio matiz de dónde está nuestro norte y nuestro sur.